Una pregunta común para todo propietario de una piscina es ¿Vale la pena un Clorador Salino? ¿Es más barato el mantenimiento que tratar el agua con cloro? ¿Me va a ahorrar tiempo y dinero? Veamos las respuestas:
¿Ahorra trabajo un clorador salino?
Simplificando, podríamos definir un clorador salino como un equipo que produce cloro a partir de sal. Se trata de un sistema que automática genera la sustancia desinfectante y la dosifica en la piscina. Por lo tanto, nos podemos «olvidar» de echar cloro a la piscina mientras el equipo se encuentre en correcto funcionamiento.
Con un equipo salino, siempre se consigue una cantidad de cloro estable en la piscina. Si dosificamos cloro en formato granulado o tabletas, es frecuente que haya picos altos de cloro en la piscina. De esta manera, evitaremos que el agua pueda quedarse sin cloro o, por el contrario, que haya una hipercloración con los inconvenientes que ello conlleva.
¿El agua es muy salada?
Para poner en marcha este equipo se necesita que la piscina tenga una concentración salina del 5%, lo que puede provocar que el agua tenga un gusto ligeramente salado. Para poder comparar, el mar mediterráneo tiene una concentración salina del 33%.
¿Cuánta sal necesito?
Puedes obtener la cantidad que necesitas para tu piscina con nuestra calculadora de sal para clorador salino.
¿Es rentable instalar un clorador salino?
Es posible que creas que vas a ahorrar dinero con un clorador salino, ya que a pesar de la inversión inicial luego no tendrás que usar cloro. Pero lamento decirte que no es así. A nivel económico, no es rentable un equipo salino. Sí es cierto que nos ahorramos el consumo de productos químicos como cloro, pero los equipos tienen un coste de instalación alto. Como mínimo, unos 1200,00 euros, instalación aparte. Además, es más que aconsejable instalar una bomba dosificadora de pH, ya que el clorador salino necesita un nivel de pH estable de 7.2 para trabajar correctamente.
Además, para generar el cloro necesario es necesario un gran cantidad de horas diarias de motor en funcionamiento el motor. El motivo es que un clorador salino necesita que el equipo trabaje muchas horas para la generación de cloro. También hay que añadir que la célula del equipo (el lugar donde se produce el cloro) es un consumible que debe sustituirse cada 3-4 años.
¿Qué ventajas tiene un clorador salino?
A pesar de que a nivel económico no compensa, sí que encontramos algunas ventajas de los equipos de electrólisis. El más importante es tener un nivel de cloro estable y controlado en todo momento. Por ese motivo muchos hoteles, comunidades de vecinos y otras piscinas de uso público están instalando estos sistemas.
Por otro lado, al evitar el uso de cloro se reducen problemas como irritaciones en los ojos, sequedad de piel o el propio olor del cloro.